Hyundai Tucson 2021

Para su cuarta vida, el popular SUV de Hyundai apuesta claramente por un estilo «ostentoso» para atraer todas las miradas. ¿Se trata de un mero adorno o de un signo externo de un cambio profundo? El Tucson es sin duda uno de los «motores» del catálogo de Hyundai, señala Crestanevada Granada. Desde la presentación del primer modelo en 2004, el gigante coreano ha vendido más de 7 millones de unidades en todo el mundo. Incluyendo 1,4 millones en Europa. Una referencia indiscutible del género, por tanto.

Pero ya no se trata de basarse principalmente en un precio tentador para seducir a la gente, como ocurría en su primera vida. En su cuarta generación, el Tucson simboliza el impresionante ascenso de gama de Hyundai durante estos últimos años. Además de su estilo asertivo, el Tucson impresiona por su equipamiento, su acabado y la electrificación de sus trenes motrices.

Los bordes afilados y la agresiva parrilla del Tucson atraerán a una amplia gama de gustos. A la vista de los ojos asombrados que vimos durante nuestra prueba de conducción, este estilo geométrico parece causar una gran impresión. En términos prácticos, el Tucson tiene aproximadamente el mismo tamaño que su predecesor. Con 4,50 m de longitud, sólo se ha estirado 2 cm durante su rediseño. Al mismo tiempo, sus hombros son 1,5 cm más anchos y su techo está medio centímetro más cerca del suelo.

La «bofetada» que este nuevo Tucson envía a las retinas continúa cuando se entra en él. Es innegable que está entrando en un mundo elegante y tecnológico de primera calidad. El salpicadero se organiza en torno a dos grandes pantallas de 10,25 pulgadas (una para la cabina virtual y otra para el sistema de infoentretenimiento) con una cuidada resolución.

En la práctica, sin embargo, hay que decir que costará algún tiempo acostumbrarse a este salpicadero despejado. Es difícil encontrar la ubicación precisa de la zona táctil lacada en negro bajo la pantalla que hay que manejar sin apartar la vista de la carretera. Por no hablar de los numerosos submenús de todo tipo (como el que permite escuchar «sonidos de la naturaleza» para relajarse mientras se conduce) que ofrece la tableta. Los conductores más conectados estarán encantados de descubrir todas las funciones que ofrece la última generación del sistema Bluelink de Hyundai para interactuar con este Tucson a través de su smartphone.

Es imposible detallar todo el equipamiento de seguridad que ofrece este nuevo Tucson. Lo único que podemos mencionar es el control del ángulo muerto a través del puesto de conducción virtual al cambiar de carril. O el airbag central que se despliega entre los pasajeros delanteros para evitar que sus cabezas choquen en caso de colisión.

Los pasajeros traseros disfrutan de un generoso espacio vital. El Tucson no llega a ofrecer un asiento trasero deslizante. Sin embargo, los respaldos de los asientos traseros son ajustables en ángulo. También es posible ajustar el asiento del pasajero delantero desde la banqueta trasera si quieres estirar más las piernas.

El maletero del Tucson es práctico. Las formas son regulares y el volumen ha aumentado entre 33 y 107 litros en comparación con el anterior Tucson, en función de la cadena cinemática seleccionada. Esto significa que hay disponibles entre 546 y 620 litros en una configuración de 5 plazas. Esto es suficiente. También es posible abatir los respaldos según la división 40/20/40 mediante palancas situadas en los laterales del maletero.

Si bien es innegable que brilla en términos de aspecto, acabado, equipamiento, etc., este nuevo Tucson es menos demostrativo una vez que se pone en marcha. Digamos que no alcanza el placer dinámico de los referentes del género (Ford Kuga, Peugeot 3008, Mazda CX-5) por un lado, ni el confort de marcha de los más suaves del segmento (Citroën C5 Aircross o DS 7 Crossback, por ejemplo). No obstante, es una síntesis aceptable entre estos dos extremos… En el lado negativo, también se nota la presencia de ruido aerodinámico que es bastante marcado a velocidades de autopista.

Hyundai ofrece una amplia gama de motorizaciones para su nuevo Tucson. Transmisión manual o de doble embrague, tracción a dos o cuatro ruedas, microhíbrido, híbrido, híbrido recargable… Aparte de una breve prueba con el motor de gasolina 1.6 T-GDI 150 (un motor flexible), probamos principalmente el motor diésel 1.6 CRDi microhíbrido de 48 voltios de 136 CV con su transmisión de doble embrague de 7 velocidades. En general, el dúo convence: es muy impresionante al acelerar (pero el nivel de ruido es un poco demasiado alto cuando se hace el esfuerzo) y ofrece la posibilidad de conducir a rueda libre con el motor de combustión apagado gracias a su micro-hibridación.

Es una pena, sin embargo, que la calibración de su caja de cambios de doble embrague no sea más sutil. Los arranques son a veces brutales (con la consiguiente pérdida de tracción). Y la misma marcha se mantiene a veces durante mucho tiempo después de una fuerte aceleración, por ejemplo para entrar en la autopista.

Otro detalle: los bonitos botones que permiten pasar de D a R no siempre aceptan los cambios con rapidez al maniobrar (si se sigue avanzando ligeramente o si se deja de pisar el pedal del freno en el momento adecuado, por ejemplo). Esto podría dar lugar a algunas situaciones «divertidas» en la práctica.

¿Cuánto cuesta? La lista de precios del nuevo Tucson comienza en algo menos de 30.000 euros para el 1.6 T-GDI 150 Inspire. El precio de la versión híbrida enchufable del Shine, la más alta de la gama (50.099 euros), supera los 50.000 euros. En general, la estructura de la gama no deja muchas opciones. Es imposible equipar el Tucson a la carta, las opciones individuales son casi inexistentes.

Para una versión diésel 1.6 CRDi de 48 voltios y 136 CV con caja de cambios DCT, hay que optar por la línea Feel, a 38.349 euros, o por el tope de gama Shine, a 43.349 euros. Afortunadamente, el equipamiento está a la altura… Pero el Tucson está definitivamente pagando su estatus de gama alta si comparas sus precios con los de los SUV generalistas equivalentes.

El Tucson tiene todas las cartas en la mano para seducir: estilo personal, acabados cuidados, interior espacioso, equipamiento de última generación y una amplia gama de motores (electrificados). Para hacer la foto perfecta, nos hubiera gustado ver un comportamiento un poco más dinámico y una ergonomía menos compleja desde el asiento del conductor (supongamos que con el tiempo nos acostumbraremos…). Dada la estructura de la gama de Hyundai, bastante rígida, ¡tendrás que echarte la mano a la cartera para aprovechar todas estas innovaciones!