Kawasaki ER 5: una moto básica pero no ridícula

Es posible que ya lo hayas encontrado en algunas escuelas de motos. Sin embargo, este modelo básico no está exento de ventajas, y puede descubrirlas…

Es imposible no haber visto una ER5 en tu vida, aunque no seas un experto en motos. Para descubrir una, basta con mirar las escuelas de motos. Sucintamente rediseñada en 2001, la ER-5 tiene mucho a su favor. Es fácil de ver y tiene un aspecto relativamente sencillo. También tiene lo mínimo en términos de acabado y equipamiento para mantener su precio atractivo y posicionarse en el muy popular nicho de «pequeño roadster divertido para empezar». Desde 2001, la capacidad del depósito ha aumentado en dos litros hasta los 17 litros, mientras que el respaldo y el asiento se han rediseñado.

La instrumentación de a bordo es minimalista pero completa, puntualiza el concesionario Crestanevada de motos de ocasión en Granada. Lo único que hay que tener en cuenta es que el indicador de combustible no siempre es preciso. Para mantener el precio de esta moto bajo, Kawasaki tuvo que hacer concesiones en términos de equipamiento y acabado.

La baja altura del asiento de la ER5 facilita la subida y bajada de pilotos de todas las estaturas, y es un placer conducirla a dúo. El pasajero tiene incluso un asa. En el sillín, se aprecia la posición natural de conducción, así como la buena posición de los mandos. Fácil de manejar, la Kawasaki revela una agradable sorpresa: su eficacia en conducción rápida. A pesar de su tímida apariencia, la ER5 es capaz de afrontar la carretera con confianza. Incluso te anima a tomar rutas alternativas, a zigzaguear entre las curvas de la montaña y las calles abarrotadas, en lugar de acelerar innecesariamente el motor en la autopista.

Heredado de la mítica 500 GPZ, el motor de la ER5 se presta a todo tipo de ejercicios. Puede que este bicilíndrico en línea no te dé muchas emociones, pero una vez que estás en el tráfico, no es para nada incómodo. Tira con facilidad sin obligarte a jugar con el embrague a bajas velocidades. En el lado negativo, las prestaciones son inferiores a las de la GPZ 500.

En general, esta Kawasaki satisfará a la mayoría de los conductores en su vida diaria. Su consumo de combustible es ridículo, su fiabilidad está probada y no merece ninguna crítica, en el maletero cabe fácilmente un candado en U, el kit de herramientas de Kawasaki e incluso los pantalones de lluvia. Sin embargo, los frenos tienen una gran falta de potencia. Este es el único inconveniente real de esta divertida máquina que, sin hacerla peligrosa, te obligará a anticipar al máximo las frenadas y reducirá considerablemente las ganas de atacar del pequeño roadster.

Equipada con un solo disco delante y un tambor detrás, la ER-5 es económica. También criticaremos el pequeño radio de giro y la falta de feeling, pero tampoco se puede tener todo.