Como actor principal en el mundo de los scooters, Peugeot presenta ahora su Kisbee, un nuevo modelo de 50 cc que completa una gama ya bien surtida.
Aunque la categoría de 125 cc está en constante crecimiento, el segmento de 50 cc sigue siendo muy importante y representa, por ejemplo, casi el 50% de las ventas de Peugeot Scooters. La Kisbee entra así en el mercado de entrada de los 50cc junto a, por ejemplo, la Ludix y la V-Clic.
Para atraer al máximo número de clientes (adolescentes, jóvenes adultos, etc.) pero también para competir con el Piaggio Zip, el Sym Orbit, el Kymco Agility o el Hooper Moving, Peugeot ha adoptado líneas jóvenes y bastante acertadas, señala el concesionario de motos de ocasión Crestanevada, hay que decirlo. Esta elección se ilustra en particular con el faldón delantero, bastante dinámico, con una óptica en forma de U y colores refrescantes como el naranja o el azul, que deberían atraer a los pilotos más jóvenes, al igual que el parabrisas tintado. El Kisbee es también el primer modelo de Peugeot Scooters que muestra la nueva identidad visual del fabricante francés.
La belleza es una cosa, pero ¿es el Kisbee práctico? Esta es una zona esencial para un scooter. En cuanto te sientas, te das cuenta de que lo esencial está ahí. Dispone de un soporte para bolsas, un suelo plano, una instrumentación sencilla pero legible (velocímetro, indicador de combustible, kilometraje total, intermitentes e indicador de faros) y un espacio bajo el asiento para un casco integral. Qué más se puede pedir, salvo un poco de espacio de almacenamiento adicional, como en el delantal, por ejemplo. Sin embargo, hay algunas buenas sorpresas, como la presencia de una empuñadura y un pedal de arranque para sustituir el arranque eléctrico en caso de avería.
Hemos probado el Kisbee. Es fácil acostumbrarse y es muy intuitivo. La Kisbee tranquiliza a las personas de estatura media gracias a su baja altura de asiento (760 mm) y hace que las personas más altas se sientan cómodas con un gran espacio entre el asiento y el faldón para acomodar las piernas largas. El confort es muy mediocre y el asiento es blando, absorbiendo la mayoría de las irregularidades de la carretera. Aunque la Kisbee puede acoger a dos pasajeros, nos parece una práctica muy optimista, pues no hay que olvidar que se trata de una moto de 50cc.
En efecto, aunque Peugeot haya desarrollado un nuevo motor modificando el cárter, la culata, el escape, la carburación y la transmisión para obtener una potencia de 2,7 KW y un par de 3,6 Nm. La aceleración por debajo de 30 km/h es bastante lineal, pero permite salir del tráfico con facilidad. Está por encima que es un poco complicado porque la velocidad está limitada a 50 km/h pero hay que reconocer que el acelerador electrónico está bastante bien hecho porque no se muestra demasiado castrador aunque sintamos que el pequeño 4 tiempos quiere ir más rápido. Y lo que es mejor, gracias a esta buena gestión electrónica, apenas se pierde velocidad al subir cuestas. Por tanto, el balance es positivo, sobre todo porque el consumo es medido. Peugeot anuncia 2,8 l/100 km, lo que supone una autonomía de 200 km. Sin embargo, aunque técnicamente sea posible, le aconsejamos que no salga de la ciudad porque el terreno preferido del Kisbee son realmente las zonas urbanas.
El manejo no es sorprendente, más bien seguro aunque la frenada no nos ha convencido, especialmente el disco delantero al que le falta mordiente en nuestra opinión. Buen punto, por otro lado, para el tambor trasero que es eficiente sin ser demasiado sensible a los bloqueos.
Si el Kisbee se encuentra a gusto en las zonas edificadas, desgraciadamente está limitado a este uso debido a su desplazamiento, que lo excluye de muchas carreteras, pero este problema no es específico del Kisbee.